Con la entrada de la primavera y después de unos días inolvidables en la Semana Santa de Loja, todos los lojeños se preparan para disfrutar de un entrañable día en el campo, la celebración de San Marcos. Una tradición en los pueblos de la vega granadina que se ha mantenido en muchos de ellos a lo largo del tiempo, adecuándose a los nuevos tiempos, pero sin perder su espíritu de compartir unos momentos agradables en plena naturaleza.
Los lojeños hemos ido cambiando a lo largo del tiempo, si en nuestra infancia disfrutábamos de un día en Los Pinos, con nuestros padres, con la mayoría de edad, nos íbamos alejando del casco urbano y disfrutando de otros parajes de gran belleza que rodean nuestra población: Cuevas de Colás, Paso la Burra, Santa Bárbara, Las Chorreras, La Presa...; pero sin olvidar el tradicional ornazo con chocolate...
En definitiva un día de ocio y convivencia que se mantiene a lo largo del tiempo y que es digno de mantener en nuestra memoria y transmitir a nuestros hijos.
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