Tras el último gran premio en los Emiratos Arabes, solo queda esperar a Brasil para que termine el campeonato de F1 del 2011.
2011 que los aficionados podremos recordar como uno de los años menos competidos y más aburridos de los últimos años. Un 2011 marcado nuevamente por la aerodinámica y por las innovaciones tecnológicas que aprovechan los huecos del reglamento para marcar la pauta a través de una ventaja abrumadora, como el año pasado demostró los difusores dobles y este año los escapes sopladores.
En definitiva se demuestra que la ingenieria aplicada a la Fórmula 1 está más allá de demostrar que se tiene el mejor coche, ahora se centra claramente en demostrar que se tiene la mejor aerodinámica o aquellos dispositivos que potencían la misma.
Todo ello motivado por la "falaz" idea de igualar los costos de la F1. La verdad es que la investigación en los propulsores, cajas de cambio y demás elementos mecánicos de los fórmula 1, siempre ha sido recompensada con mejores y más veloces coches, lo que suponía un sobre costo adicional para las escuderías más potentes. Muchos de estos avances han ido pasando paulatinamente a los vehículos de calle, por lo que los ciudadanos "mortales" también hemos podido aprovecharnos, si bien a la larga, de dichas innovaciones.
Sin embargo la "moda" de la reducción de costes ha conseguido que la inversión en "dispositivos mecánicos" sea cada vez menor, decantándose por la aerodinámica, en detrimento de los avances en otra áreas. Estos avances no serán traducidos a los coches de calle prácticamente nunca: unos escapes sopladores (aumentan el consumo al mantener el motor a ciertas revoluciones), unos alerones (imagénese aparcarlo en la acera, cerca de un bordillo), doble difusor (mejor que no), etc...
En fin esperamos que el campeonato del 2012 sea un poco más competitivo y los aficionados podamos disfrutar de una lucha más cerrada hasta el final, con varios pilotos (esperemos que Alonso entre ellos) disputándose el nuevo cetro de campeon.
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