¿PAIS VASCO?

Me cuesta trabajo iniciar esta pequeña reflexión, pero la creo necesaria para aclarar mis propias dudas y poner en orden las ideas.

El Lendakari Ibarreche desea hacer una consulta popular al pueblo vasco, consulta que intenta convertir en una reinvindicación de su plan rechazado en el Palamento Español. O sea que lo que dicen los representantes legales de todos los españoles, incluidos los vascos representados por sus congresistas electos, no sirve para nada..., no sirve porque no obtuvieron la contestación que ellos deseaban; así que hay que activar otras vias para saltarse el camino democrático del parlamento.

Pero la reflexión no se centra en la consulta, legal o no, absurda o no, etc..., sino en el propio espíritu de la misma. En democracia es precisamente la consulta a los ciudadanos una herramienta que se debería usar con más frecuencia, sin embargo es el Congreso, como representante de todos los españoles, quien ostenta la autoridad para legislar y proponer. Por ello todos los demócratas utilizan (o deberían de utilizar) las mismas reglas de juego. Una de estas reglas democráticas es precisamente la representación en el Congreso de los Diputados.

Bien, para ser Diputado la primera obligación es ser de nacionalidad española, ser español. Como pueden aquellos que no se consideran españoles (vascos, catalanes, etc.) permanecer sentados en el Congreso de los Diputados que es el que les machaca, los inhibe, los coarta, etc...; ¿como es posible que un vasco (solo vasco) siga manteniendo su acta de diputado?, ya que no aceptan ser españoles, ni aceptan el gobierno de España, ni por supuesto las reglas del juego democráticas, solo tienen que poner a disposición de los "españoles" su respectivas actas de diputados. Seguro que los "españoles" nos alegraríamos mucho, pero la verdad es que se vive muy bien siendo Diputado y permitiéndose el lujo de criticar, pisotear, humillar, insultar, etc... a lo único que les ha permitido en los últimos 30 años abrir la boca y poder protestar.

Menudos imbéciles