07 octubre 2007

Donde dije digo digo diego

Una de cabreo... Que los grandes sufridores de las separaciones matrimoniales son los hijos, no creo que nadie se atreva a dudarlo.
Sin embargo en esta sociedad española... se nos olvida de los otros grandes sufridores (no todos por suerte), los padres y madres a los que lo único que les queda es el derecho a la pataleta cuando el conyuge que dispone de la guardia se niega de forma reiterada a facilitar los derechos de visita que posee la otra parte.
Los juzgados están llenos de denuncias (tanto de unos como de otros) con acusaciones de lo más variopinto (incluido la de abusos y malos tratos al menor), lo que marca para toda la vida al sembrar la sombra de la sospecha, aunque posteriormente se demuestre que no es verdad (demonostración solo en el juzgado, pero no en el respetable).
Lo que parece mentira es que haya padres/madres que jueguen con el cariño de los hijos hacia sus ex-parejas, cariño y relación que los hijos necesitan para un correcto desarrollo y que necesita de las figuras referentes del padre y de la madre. Pero en un país de egoistas que podemos esperar si no es egoismo aunque se perjudique a lo que más queremos?, nuestros hijos.
Espero que esta breve reflexión sirva para algo, por lo menos para hacernos pensar a todos los padres que el centro de nuestra vida como padres no es nuestra relación de pareja, sino precisamente al existencia de nuestros hijos y que ambas pueden ir juntas o separadas, pero no pueden volverse antagonistas sin perjudicar a los únicos implicados inocentes en la relación. LOS HIJOS.

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