Se nos olvida (convenientemente a la mayoría) que el TRABAJO es un DEBER y un DERECHO de todos los españoles, garantizado en nuestra constitución, por lo que no debería ser moneda de cambio en estos momentos actuales de crisis por parte de los organismos públicos y de los empresarios de este país.
Artículo 35
- Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
- La ley regulará un estatuto de los trabajadores.
Lo que parece mentira y vergonzoso es ver como las instituciones públicas, dirigidas por los políticos de turno, utilizan el trabajo como moneda de cambio en esta situación de crisis, propiciando el abaratamiento del despido, la pérdida de los derechos adquiridos durante largos años de lucha por los trabajadores así como la pérdida del poder adquisitivo que les permita una vida digna mientras se aumentan la presión fiscal, el costo de la vida y se disminuyen los salarios. Todo ello justificado en una situación de crisis provocada por terceros y que tienen que pagar de su bolsillo todos los españoles, pero sobre todo en una situación en la que los políticos rayan el 0 en aceptación por parte de los españoles, debido a los continuos escándalos de corrupción y enriquecimiento impropio que salpican a todos los partidos.
La situación es peor que la de una República Bananera, todo ello amparado por la ley (que ellos mismos modifican a voluntad) y por unos jueces que lo que menos hacen es justicia, porque la LEY NO TIENE POR QUE SER JUSTA.
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