Indignación es lo único que nos queda a muchos españoles contra la desfachatez de más de uno que se pasea orondo y orgulloso, por encima del bien y del mal, y por supuesto por encima de la justicia y la democracia en este país.
Indignación cuando parece ser que hay dos justicias en esta España nuestra, la justicia de los pobres y la clase obrera, donde por mínimo que la hagas la pagas y das con tus huesos en la cárcel, aunque sea por deberle unas perras a Hacienda. Y otra justicia, la que no existe para los ricos y ladrones, que aunque los pilles con las manos en la masa tienen todo el derecho del mundo a continuar paseándose por las calles de nuestras ciudades, mirando por encima del hombro al resto de los ciudadanos, con una sonrisa burlona en los labios.
Y encima estos mismos individuos se extrañan que las personas con menos prestigio en este país sean los políticos y los jueces. De risa.
18 junio 2013
02 febrero 2013
Sobres...
Hace muchos años... existía la costumbre de pagar a los trabajadores en sobres cerrados a su nombre. Con el advenimiento de las nuevas formas, los empleados cobramos a través de trasferencia bancaria o con cheques conformados...; así las empresas se ajustan a los planes contables actuales.
Todo ello está muy bien, así los presupuestos y la economía en blanco de las empresas puede ser presentada ante Hacienda y resistir cualquier inspección y auditoria externa.
Esto lo sabe cualquier contable de cualquier empresa en España y en el mundo entero..., excepto los contables del PP que tras cobrar sobres con cantidades importantes, quieren hacernos creer que una auditoria del propio partido iba a sacar el dinero negro y la economía sumergida del mismo, si es que la había. Desde luego la Sra. Cospedal parece una ilusa con dicha pretensión, pero lo peor es que intenten que todos los españoles parezcamos idiotas y nos creamos a pies juntillas lo que ni ellos mismos se creen.
Menuda cantidad de SINVERGÜENZAS habitan en la esfera de la política española, porque los verdaderamente honrados, cuando ven estas "cosas" suelen marcharse con la cara roja por la vergüenza ajena y la ira por la tomadora de pelo.
Todo ello está muy bien, así los presupuestos y la economía en blanco de las empresas puede ser presentada ante Hacienda y resistir cualquier inspección y auditoria externa.
Esto lo sabe cualquier contable de cualquier empresa en España y en el mundo entero..., excepto los contables del PP que tras cobrar sobres con cantidades importantes, quieren hacernos creer que una auditoria del propio partido iba a sacar el dinero negro y la economía sumergida del mismo, si es que la había. Desde luego la Sra. Cospedal parece una ilusa con dicha pretensión, pero lo peor es que intenten que todos los españoles parezcamos idiotas y nos creamos a pies juntillas lo que ni ellos mismos se creen.
Menuda cantidad de SINVERGÜENZAS habitan en la esfera de la política española, porque los verdaderamente honrados, cuando ven estas "cosas" suelen marcharse con la cara roja por la vergüenza ajena y la ira por la tomadora de pelo.
19 enero 2013
LUJO O DERECHO
Ultimamente en los debates televisivos y en la prensa no se deja de tratar al trabajo en la actualidad como un lujo, por lo que aquellos que mantienen un trabajo en la actualidad deben de plegarse a las exigencias que se les presenten por parte tanto de los empresarios como de los organismos oficiales y encima estar agradecidos por lo que se les ofrezca.
Se nos olvida (convenientemente a la mayoría) que el TRABAJO es un DEBER y un DERECHO de todos los españoles, garantizado en nuestra constitución, por lo que no debería ser moneda de cambio en estos momentos actuales de crisis por parte de los organismos públicos y de los empresarios de este país.
Artículo 35
Lo que parece mentira y vergonzoso es ver como las instituciones públicas, dirigidas por los políticos de turno, utilizan el trabajo como moneda de cambio en esta situación de crisis, propiciando el abaratamiento del despido, la pérdida de los derechos adquiridos durante largos años de lucha por los trabajadores así como la pérdida del poder adquisitivo que les permita una vida digna mientras se aumentan la presión fiscal, el costo de la vida y se disminuyen los salarios. Todo ello justificado en una situación de crisis provocada por terceros y que tienen que pagar de su bolsillo todos los españoles, pero sobre todo en una situación en la que los políticos rayan el 0 en aceptación por parte de los españoles, debido a los continuos escándalos de corrupción y enriquecimiento impropio que salpican a todos los partidos.
La situación es peor que la de una República Bananera, todo ello amparado por la ley (que ellos mismos modifican a voluntad) y por unos jueces que lo que menos hacen es justicia, porque la LEY NO TIENE POR QUE SER JUSTA.
Se nos olvida (convenientemente a la mayoría) que el TRABAJO es un DEBER y un DERECHO de todos los españoles, garantizado en nuestra constitución, por lo que no debería ser moneda de cambio en estos momentos actuales de crisis por parte de los organismos públicos y de los empresarios de este país.
Artículo 35
- Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
- La ley regulará un estatuto de los trabajadores.
Lo que parece mentira y vergonzoso es ver como las instituciones públicas, dirigidas por los políticos de turno, utilizan el trabajo como moneda de cambio en esta situación de crisis, propiciando el abaratamiento del despido, la pérdida de los derechos adquiridos durante largos años de lucha por los trabajadores así como la pérdida del poder adquisitivo que les permita una vida digna mientras se aumentan la presión fiscal, el costo de la vida y se disminuyen los salarios. Todo ello justificado en una situación de crisis provocada por terceros y que tienen que pagar de su bolsillo todos los españoles, pero sobre todo en una situación en la que los políticos rayan el 0 en aceptación por parte de los españoles, debido a los continuos escándalos de corrupción y enriquecimiento impropio que salpican a todos los partidos.
La situación es peor que la de una República Bananera, todo ello amparado por la ley (que ellos mismos modifican a voluntad) y por unos jueces que lo que menos hacen es justicia, porque la LEY NO TIENE POR QUE SER JUSTA.
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