Durante todo el 2010 vivimos esperando, esperando el nuevo decreto que se le ocurría al presidente del gobierno. Decretos que parecían guardar una cierta lógica para el gobierno y a los que los ciudadanos nos íbamos plegando poco a poco, a la vez que acostumbrándonos a ellos. Sin embargo, esa sensación de falta de dirección y viajar un poco a la deriva que teníamos se ha ido incrementando a lo largo de estos dos meses y medio (escasos) del 2011.
Hemos podido ver a un Zapatero que parece falto de ideas y de fuelle, al que le cuesta hablar ante las cámaras o cualquier otro foro con pausas entre palabras (ya no frases completas) cada vez más grandes, que añaden una mayor sensación de indefensión a los ciudadanos que le escuchan y aumenten la sensación de improvisación en el gobierno de nuestro país.
Esperemos que la cabeza directora de nuestra política se asiente un poco y sea capaz de hilar varias palabras de un tirón, sin presentar esa sensación de improvisación y veleta que muchos de los españoles sienten ahora mismo.
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